Taller sensorial Kenzoki

Cuando me enteré que iba a formar parte del taller sensorial de Kenzoki que el blog Belleza en vena organizaba me hizo muchísima ilusión, por un lado, era la primera vez que participaba en alguna de las actividades que organiza este blog, y por otro lado, iba a probar los productos Kenzoki, de los cuales siempre había leído críticas estupendas, pero nunca había tenido oportunidad de probarlos, así que gracias a Raquel, que la tocaron 2 participaciones, volvieron a sortear una, y la diosa fortuna se alió conmigo.

El taller se impartió en las oficinas del grupo LVMH, grupo del que forma parte Kenzo; allí en la recepción conocí a mis compañeras de curso, y me encontré con algunas bloggers que ya conocía de otros eventos.

Ya una vez "metidas en faena" nos recibió Vero, la responsable de haber organizado el taller, y un auténtico torbellino, daba la sensación de ser una persona muy vitalista y contagiaba su energía.

Lo primero fue cargar las pilas tomando un cafecitio y disfrutando el fantástico del catering que nos tenían preparado, todo con un toque japones... para no olvidar en ningún momento los orígenes de Kenzo.

Al llegar a la sala donde se impartiría el taller, cada una teníamos nuestro sitio asignado, con nuestro ritual de belleza, cuidando todos los detalles.

Enma Berzal, responsable de formación de Kenzo, fue la encargada de explicarnos las 4 gamas que tiene la firma, las propiedades de cada una, y para qué tipo de piel está indicada; sus explicaciones me encantaron, ha descubierto ante mí el universo Kenzoki...

Siguiendo las explicaciones de Enma fuimos aplicando los productos hasta completar un ritual de limpieza, empezando por desmaquillar, limpiar, exfoliar, tonificar e hidratar... se nos fueron casi 2 horas en todo el proceso, pero os aseguro que pocas veces he disfrutado tanto con una mascarilla puesta. Es verdad que en casa no tardamos 2 horas en finalizar este proceso, pero en el taller entre las explicaciónes, y las risas que nos íbamos echando, todo se alargó un poco más.

Como ya he dicho, cada una teníamos nuestro ritual de belleza personalizado, con productos específicos para nuestro tipo de piel, todo preparado con un cuidado y un gusto exquisito; y todo ello acompañado de un montón de risas y de buen rollo, fue una verdadera maravilla.

El momento mascarilla, merece una mención aparte, porque para poneros en situación imaginaros, todas con nuestra cinta del pelo puesta, la cara cubierta por la mascarilla, Vero haciéndonos fotos... y de pronto 2 compañeras tienen que ir al baño... fue divertidísimo. Nunca pensé que me dejaría hacer una foto con una mascarilla puesta...

Al finalizar el taller la piel de mi rostro estaba en un momento zen, totalmente limpia e hidratada... de verdad había que irse de allí??

Para no hacer este post interminable, ya os contaré otro día cual fue mi ritual de belleza y todo lo que aprendí sobre Kenzoki... que es ¡muy interesante!

Y vosotras ¿conocíais Kenzoki? ¿qué os parece esta marca?

Gracias a Belleza en vena, por prestarme las fotos para este post.